La cara de los dos millones de copias
GABRIELA WIENER 03/07/2009
Tamara Villoslada jamás pensó que su rostro vendería libros. Gino Rubert, autor de las porta- das de la edición española de Millennium, de Stieg Larsson, la dibujó cuando eran pareja. Hoy su imagen forra las librerías de todo el país.
HACE unos años, en un barrio residencial de Suecia, encerrado en una habitación con un ordenador, poniéndose hasta las cejas de comida chatarra, en la quinta taza de café y por el cuarto paquete de Marlboro, Stieg Larsson soñaba y se enamoraba de una chica andrógina y bisexual, pequeña, casi escuálida, tatuada y llena de piercings. En Barcelona, otro hombre soñaba y se enamoraba también de una mujer muy delgada, pero de largos cabellos que crecían mágicamente como raíces.
La primera se llama Lisbeth Salander y es la heroína creada por Larsson para su saga policial y best seller póstumo Millennium, que se compone de tres libros de nombres interminables: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. La segunda es Tamara Villoslada, la artista argentina cuyo rostro ilustra las tres cubiertas de la edición española y entonces pareja del pintor catalán Gino Rubert. Cuando, en 2007, la editorial Destino le hizo el encargo por una modesta cantidad, nadie podía prever que sus cuadros —que parten de fotografías que luego él transfigura— iban a estar pronto en las paredes del metro, en los supermercados, en los aeropuertos, omnipresente en las tapas de los dos millones de ejemplares que lleva despachados en España.
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