Otro tiempo, otra vida
OTRO TIEMPO, OTRA VIDA
Leif GW Persson
Traducción de Mayte Giménez y Pontus S.
EDICIONES PAIDÓS. ALEA
Tan solo dos meses después de dar buena cuenta de las más de seiscientas páginas de la primera parte de la trilogía El declive del Estado del Bienestar, el sello Alea de Editorial Paidós ataca de nuevo con la segunda entrega de esta suerte de memorias de todo un país, lo que podríamos denominar como la cara B de la inmaculada sociedad sueca.
Y si en Entre la promesa del verano y el frío del invierno Leif GW Persson nos enfrentaba al magnicidio sin resolver más importante de la historia sueca (por supuesto, me refiero al asesinato de Olof Palme), con Otro tiempo, otra vida nos pondremos al corriente de otro inquietante capítulo de la historia del país nórdico: el asalto a la embajada alemana en Estocolmo en 1975 por parte de un grupo de extremistas, varios de ellos nativos del país más avanzado socialmente del mundo.
A partir de ese arranque histórico, la trama se traslada a 1989 para plantearnos un caso más convencional: el apuñalamiento en su propio domicilio de un ciudadano más bien gris en lo que parece uno más de los cientos de crímenes pasionales con los que debe convivir la policía de cualquier país.
Pero, evidentemente, nada es tan simple como las primeras apariencias se empeñan en mostrar y, archivado el caso y transcurridos otros diez años, el grupo encargado de revisar aquellos asuntos a punto de prescribir irá descubriendo nuevas y sorprendentes –pero verosímiles- conexiones de la víctima con el asalto a la embajada alemana, con algunos revolucionarios que dejan de serlo cuando el paso del tiempo y el triunfo social les aburguesa y con políticos inmersos en ascendentes carreras que pueden venirse a bajo si ciertos asuntos se destapan.
En esta nueva entrega, una narración más ortodoxa que la que pudimos ver en la primera parte de la saga, nos reencontramos con viejos conocidos a los que el paso de los años ha hecho madurar y, en algunos casos, incluso modificar su estado civil. Veremos cómo le van las cosas a Bo Jarnebring o Anna Holt, dos casi aprendices en 1989 y ahora curtidos investigadores; sabremos más de los turbios manejos de la Policía de Seguridad, con Berg a la cabeza; Bäckström o Wiijnbladh seguirán cayéndonos como una patada en los mismísimos; y Lars Martin Johansson nos sorprenderá de nuevo con su mucho ingenio, su ironía constante y su habilidad para decir una cosa mientras piensa otra muy diferente.
Una trama más ágil, compacta y policíaca que la que encontramos en Entre la promesa del verano y el frío del invierno,con una investigación más convencional que en esa primera entrega de la saga y que aprovecha el filón de aquella, con sus potentes personajes y el sucio trasfondo político que siempre intuimos debía ocultar tanta perfección como la sueca.
Ahora sólo queda esperar a que la editorial nos ofrezca, este mismo año, la tercera entrega de la trilogía, con un título tan sugerente como los anteriores: En caída libre, como en un sueño. La esperamos con ganas.
Ricardo Bosque
1 comentario
José Andrés -
Un tipo singular, y que explicó en BCNegra que escribía ya que en Suecia hace mucho frío, y que es un país sin mucha substancia.
Con una voz profunda, me recordaba a actores clásicos.
US
JA