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La Balacera

Villar aborda el crimen de un saxofonista en su novela 'Ojos de agua'

M. LINARES CRUZ  -  Madrid

El paisaje gallego y Leo Caldas, un solitario investigador policiaco, son los grandes protagonistas de Ojos de agua (Siruela), de Domingo Villar. Galicia destaca por la descripción de su naturaleza, de su gente y sus costumbres gastronómicas. A Caldas le toca resolver el asesinato de un joven saxofonista, y al mismo tiempo tiene que soportar a su irreverente asistente, Rafael Estévez.

Domingo Villar (Vigo, 1971) dice haber escrito Ojos de agua, su primera obra, como "un acto balsámico contra la ausencia de mar". Madrid es la residencia del escritor desde hace dos años, y durante ese tiempo ha convertido a Leo Caldas "en un amigo entrañable".

Ojos de agua es una novela policiaca de corte clásico con agilidad narrativa y detalles sutiles que irán desvelando una trama más compleja. El jazz se despliega como telón de fondo de una historia en la que las mujeres aparecen como constantes sombras; el vino, como un cómplice imprescindible, y donde los elementos cómicos sirven como descanso para el lector.

"Es una historia verosímil, pero no completamente veraz". Así define Villar su libro, para el que tuvo que realizar algunas investigaciones de temas médicos y recorrer bares y clubes de jazz.

Es también un homenaje a las ausencias: la de las mujeres, la de la melodía de un saxofón, la de la claridad en las respuestas y, sobre todo, la de Galicia. Es ésta la que marca más a Villar y la que lo ha hecho continuar una segunda historia con Leo Caldas.

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