PRESENTACIÓN OFICIAL DE LA XIX SEMANA NEGRA DE GIJÓN
En el espléndido marco del Jardín Botánico Atlántico, el pasado sábado 24 de junio se presentó de forma oficial la XIX Semana Negra de Gijón, un acto que contó con la presencia de su director, Paco Ignacio Taibo II, y las concejalas de Cultura y de Medio Ambiente y Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Gijón, Mercedes Álvarez y Dulce Gallego, respectivamente.
El director del festival, el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II comenzó su intervención con una frase que resumía perfectamente su estado de ánimo: “Juro por el capitán Trueno, por el osito de Bimbo y por la Virgen de Guadalupe, por ese orden, que me invade una gran alegría. Debo ser un optimista patológico, porque después de 19 años todavía me invade una gran alegría por empezar una nueva Semana Negra”.
Una Semana en la que la Guerra Civil será uno de los puntales, al cumplirse el setenta aniversario de su inicio. “Es algo problemático; nos pusimos a pensar en cómo contarle a un chaval de quince años qué era la Guerra Civil, algo que ellos ven como un pasado remoto y que en realidad no es así”, explicó Taibo. Una Guerra Civil que, entre sus múltiples visiones (“vamos a intentar que sea pasional, lo más lejos posible de las celebraciones académicas, porque este no es un festival blando”, subrayó Taibo) tendrá quizá la más original de todas, amparada en la ciencia ficción que también es uno de los puntales de la Semana Negra: ¿Qué hubiera pasado si Franco hubiera muerto en 1936?
Más de 150 escritores invitados; un centenar de periodistas acreditados procedentes de casi toda España y de países como Francia, México, Italia, Grecia, Argentina, Venezuela, Estados Unidos o Colombia; música variada; cuatro nuevas librerías, que se incorporan a la gran calle de los libros; nuevos decorados, entre los que destaca un templo egipcio (“tendremos que explicarles a los egiptólogos por qué hemos hecho esa mezcla de Anubis, de Abu Simbel y de Gizeh”), un Zeus que bebe una Pepsi, un diablo que lee a Quevedo y una mano procedente del Guernica que sale del suelo; el supermercado del libro; exposiciones; el Festival de Fotoperiodismo y… ¡un circo! componen un menú absolutamente ecléctico salpicado por el mercadillo, las atracciones de la feria y los puestos de comida, en un festival “que no es aséptico, ni nunca lo ha sido desde sus inicios”.
La Semana Negra tendrá este año otra sorpresa. Si el año pasado fue la LOM (librería de oportunidades móviles, donde los libros pasaban por una cinta y había que cogerlos al vuelo porque ya no volvían a aparecer), este año será la ISI: “Itinerante Subasta Instantánea”. Es decir, ofertas de paquetes de libros, que serán puestas a subasta de manera sorpresiva a lo largo de todo el festival y en diferentes puntos del recinto. Muchas veces la oferta tendrá un punto de partida del valor del 5% del precio original de los libros. Los subastadores irán vestidos de manera muy llamativa, de tal manera que cuando se acerquen a un punto para poner en acción la subasta, que no durará más de cinco minutos, puedan ser seguidos por el público. Habrá cerca de un centenar de estas subastas.
El recital de poesía, el viernes 14 de julio (aunque será a la una de la madrugada del sábado, realmente) contará con Ángel González, Luis García Montero y Joan Margarit. Entre los escritores estará Jimmy Massey, el ex marine autor de Cowboy en el infierno, un estremecedor relato sobre las barbaridades de la guerra de Irak, y también visitará la Semana Negra Víctor Mora, el padre de El Capitán Trueno, que este año cumple años en la misma buena forma de siempre. Autores como Tariq Alí, Joe Haldeman, Carlo Lucarelli, Patrick Rampaud, Isaac Rosa o Raúl Zelik se unirán a otros nombres más habituales de la Semana como Gisbert Haefs, Amir Valle, Francisco González Ledesma, Elia Barceló o José Carlos Somoza.
Y junto a la Semana también se presentaron dos de sus elementos más importantes, el cartel y el popular Rufo, la mascota. El cartel, obra de Ángel de la Calle, representa a tres personas leyendo el periódico A Quemarropa, el periódico de la Semana que, como cada año, se pondrá a la venta a la antigua, con los vendedores pateando las calles. Uno de los lectores es una enfermera republicana, el otro es un soldado marroquí del bando nacional, ambos reales y que existieron, y entre ellos está “el hombre que corre”, el logo tradicional de la Semana Negra, que esta vez ha hecho una pausa en su interminable carrera.
El Rufo de esta XIX edición, creado como siempre por Enrique Herrero, tiene sorpresa: después de haber llevado libros, de haber empuñado un revólver, o dos, una cámara de televisión, ¡una gaita asturiana! y un micrófono de radio, este año se ha liado la manta a la cabeza, se ha desprendido del traje negro y el sombrero y ha aparecido cubierto únicamente por… su gafas de sol.
Serán diez intensos días, del 7 al 16 de julio, que darán comienzo con la llegada del Tren Negro cargado de escritores y periodistas a Gijón. Ese día comenzará la semana más loca del año, la semana más negra y la semana… con más días.
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