Guerra Garrido presenta en la Semana Negra su novela sobre la Gran Vía madrileña
Por 'La Gran Vía es New York' desfilan 400 personajes en clave de ficción Recoge un siglo del corazón de Madrid
La última novela de Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935) 'La Gran Vía es Nueva York' es una crónica en clave de ficción de casi un siglo de existencia de la Gran Vía madrileña. Por ella desfilan unos 400 personajes descritos mediante una prosa que Paco Ignacio Taibo II comparó con «el mejor John Dos Pasos». De hecho, el director de la Semana Negra aseguró que es el mejor de los aproximadamente 300 libros que los organizadores del festival gijonés se leyeron para su preparación durante el último año.
Á.FABIÁN./COLPISA/ GIJÓN
La novela arranca con un pintor que es abordado por la policía cuando se dispone, al natural en plena calle, a reflejar en un lienzo la Gran Vía a primerísima hora de la mañana. En la figura del pintor adivinamos enseguida la identidad de Antonio López pintando el edificio 'Metrópolis'. Como hiciera al artista plástico con sus pinceles, el libro de Raúl Guerra Garrido es un cuadro literario de un siglo del corazón de Madrid. El escritor señala que «no es la historia de una calle, sino de las historias que suceden en la calle, entre una ciudad que hace a los personajes y unos personajes que hacen a la ciudad».
Es una novela de género negro porque, según su autor, le gustan «las narraciones de situaciones límite». En este caso, la novela aparece repleta de pillos, macarras, timadores, sinvergüenzas, chiflados, buscavidas, tomadores e incluso graffitis, ya que Guerra Garrido dice que «igual que una canción puede definir una época, eso también sucede a veces con una pintada».
Esta novela es el relato de la apertura de la ciudad al dinero, con la instalación en la Gran Vía de comercios, bancos y cines, pero también de todos los caraduras que tratan de hacerse de cualquier modo con ese dinero.
El cine también ocupa un espacio de privilegio en la novela, igual que en la emblemática calle madrileña. Varios de sus capítulos llevan por denominación títulos de películas parafraseados. Guerra Garrido recordó que «no hay estreno en España que sea un estreno de verdad y que no sea en la Gran Vía», una calle que «fue creada en 1910 y pasó por infinidad de situaciones.
www.larioja.com
La última novela de Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935) 'La Gran Vía es Nueva York' es una crónica en clave de ficción de casi un siglo de existencia de la Gran Vía madrileña. Por ella desfilan unos 400 personajes descritos mediante una prosa que Paco Ignacio Taibo II comparó con «el mejor John Dos Pasos». De hecho, el director de la Semana Negra aseguró que es el mejor de los aproximadamente 300 libros que los organizadores del festival gijonés se leyeron para su preparación durante el último año.
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La novela arranca con un pintor que es abordado por la policía cuando se dispone, al natural en plena calle, a reflejar en un lienzo la Gran Vía a primerísima hora de la mañana. En la figura del pintor adivinamos enseguida la identidad de Antonio López pintando el edificio 'Metrópolis'. Como hiciera al artista plástico con sus pinceles, el libro de Raúl Guerra Garrido es un cuadro literario de un siglo del corazón de Madrid. El escritor señala que «no es la historia de una calle, sino de las historias que suceden en la calle, entre una ciudad que hace a los personajes y unos personajes que hacen a la ciudad».
Es una novela de género negro porque, según su autor, le gustan «las narraciones de situaciones límite». En este caso, la novela aparece repleta de pillos, macarras, timadores, sinvergüenzas, chiflados, buscavidas, tomadores e incluso graffitis, ya que Guerra Garrido dice que «igual que una canción puede definir una época, eso también sucede a veces con una pintada».
Esta novela es el relato de la apertura de la ciudad al dinero, con la instalación en la Gran Vía de comercios, bancos y cines, pero también de todos los caraduras que tratan de hacerse de cualquier modo con ese dinero.
El cine también ocupa un espacio de privilegio en la novela, igual que en la emblemática calle madrileña. Varios de sus capítulos llevan por denominación títulos de películas parafraseados. Guerra Garrido recordó que «no hay estreno en España que sea un estreno de verdad y que no sea en la Gran Vía», una calle que «fue creada en 1910 y pasó por infinidad de situaciones.
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