«En España no hay detectives de verdad, existe alguno que persigue a algún marido»

POR EVARISTO AMADO

LA CORUÑA. Sea un spin off o una saga, David Torres (Madrid, 1966) ha recuperado al ex boxeador y matón Roberto Esteban, protagonista de «El gran silencio» (finalista al Premio Nadal 2003) en su nueva novela. Se trata de «Niños de tiza» (Algaida), ganadora del XXX Premio Tigre Juan y que recupera al púgil metido a portero de discoteca, un ex alcohólico con problemas de oído que se adentra en la resolución de un asesinato que tuvo lugar cuando era niño.

La novela es un fresco de la Transición vivida por un niño de la década de los setenta en la periferia madrileña, que se entrelaza con la España actual de la especulación y corrupción urbanística.

-¿Ve la gente de su generación reflejado en «Niños de tiza» el panorama de su infancia?

-Hay una reacción muy a flor de piel con la historia. No la han leído más que algunos porque todavía es pronto, pero está gustando mucho... O no se atreven a decirme la verdad. Hablo un poco de la generación de los que ahora tenemos cuarenta. Escritores amigos como Rafael Reig o Pedro de la Hoz me han comentado que la historia es lo que podemos contar de la Transición en pantalones cortos, cuando pintábamos los corazones y las porterías de tiza.

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