Ricardo Darín debuta como director con un filme negro

'La señal' es una historia policiaca ambientada en los años 50 en Argentina

OLGA PEREDA
MADRID

Ricardo Darín (muy conocido en España a raíz de El hijo de la novia) está literalmente agotado. Las cervicales le traen por el camino de la amargura y necesita como agua de mayo unas vacaciones para olvidarse de todo. "No encuentro cinco meses para no hacer nada, así que soy un infeliz", bromea. Es la primera vez que el actor argentino protagoniza y dirige al mismo tiempo una película, una hazaña que no tenía planeada y que surgió a raíz de la muerte del cineasta Eduardo Mignogna. La señal --que se estrenará en España en octubre-- es un filme policiaco que narra la historia de dos detectives de poca monta en la década de los años 50 en Argentina.
La señal no está plagada de efectos especiales. Tampoco de tiros ni bombas. Pero como en toda historia negra que se precie hay "muchas persecuciones", gotas de "humor ácido" y, por supuesto, un caso por resolver. Teniendo en cuenta que los estadounidenses son los reyes del género negro, Darín es consciente de que asume un riesgo con La señal. Pero el cine no es cine si no hay vértigo. "Creo que hemos encontrado --aseguró ayer en Madrid-- un punto de equilibro, que se nota en la forma de hablar, de caminar y de mirar que tienen los protagonistas".
Darín tiene experiencia como director de teatro. Pero es la primera vez que se pone detrás de una cámara. "Dirigir no estaba en mis planes. Me parecía algo demasiado pretencioso ser el director de una película y protagonizarla al mismo tiempo", reconoció. Sin embargo, las circunstancias le obligaron a hacerlo. La persona que iba a dirigir el filme, Eduardo Mignogna, falleció de cáncer y los directivos le propusieron recoger el testigo. "El proyecto cambió mucho y decidimos poner el acento en la historia policial", dijo.

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