Si hoy es viernes, esto es un tebeo: Sandman Mystery Theatre
Todo el mundo merece una segunda oportunidad. Al menos eso es lo que se desprende al ver casos como el de Sandman Mystery Theatre.
Nacido en los años 40 con escaso éxito, la aparición de The Sandman de Neil Gaiman (con el que no tiene nada que ver a pesar de la coincidencia en el nombre) propició el renacimiento del tebeo original, esta vez de la mano de Matt Wagner, Steven T. Seagle y Guy Davis.
Las aventuras de Wesley Dodds (el millonario que se oculta tras la máscara de gas que caracteriza a nuestro héroe) se desarrollan en el New York de los años treinta, en los prolegómenos de la segunda guerra mundial, tema de fondo presente en alguno de los tebeos que desde el año pasado publica Planeta de Agostini. Una ciudad en la que el lujo y la lujuria, el sexo sin tabúes, las fiestas sólo para potentados conviven con los aspectos más sórdidos que esconde toda gran urbe, los barrios marginales, las penurias del periodo de entreguerras, la lucha por sobrevivir en un entorno en el que los ricos son muy ricos y los pobres lo son de solemnidad.
Junto a Dodds encontramos a Dian Belmont, hija del fiscal del distrito, con quien mantiene una difícil relación, evidentemente por culpa de la necesidad de mantener en el anonimato su otra personalidad aunque, como suele suceder, a las mujeres este tipo de cosas no se les escapan jamás, y la Belmont no iba a ser una excepción.
Y a su lado, o frente a él en la mayoría de las ocasiones, el teniente Burke, un policía malcarado cuya personalidad va ganando enteros conforme avanza la serie; el forense Hubert, de quien Sandman obtiene a menudo valiosa información; o claro, qué sería un millonario sin mayordomo, así que ahí tenemos a Humphries desempeñando idéntico papel que Alfred Pennyworth respecto a Bruce Batman Wayne.
Seis entregas llevamos hasta la fecha: La Vamp, El Escorpión, Dr. Muerte, La noche del carnicero, Hourman y la más reciente, Pitón. Conoceremos los problemas que dan las hermandades universitarias (tan presentes en la vida juvenil norteamericana); la codicia de la industria petrolífera, especialmente intensa cuando se avecina una guerra; los rigores de alguien que no duda en aplicar la eutanasia activa a todo aquel que se le pone por delante; los desmanes que puede cometer un desequilibrado con un hacha bien afilada; o la curiosa y carnavalesca asociación de dos superhéroes con un mismo fin.
Y, desde luego, veremos la otra cara de una sociedad que tiene mucho que ocultar bajo la gruesa capa de glamour y sofisticación que parece cubrirla. Para no perdérselo.
1 comentario
José Andrés -
Un saludo, y a continuar dando a conocer el noveno arte.
José Andrés