Argemí confiesa estar más cerca de la muerte que del amor
El escritor argentino Raúl Argemí, candidato al premio Hammet de literatura policiaca con 'Penúltimo nombre de guerra', confesó hoy que la muerte es un tema recurrente en su obra porque se le ha 'cruzado inexorablemente' a lo largo de su vida y la considera 'uno de los hechos más vitales' del ser humano.
'Estoy más cerca de la muerte que del amor y entonces escribo novela negra', dijo Argemí durante la rueda de prensa que dio en la Semana Negra de Gijón, como anticipo de la presentación de su último libro 'Patagonia Chu Chu', elaborada con personajes 'mucho más queribles' que los de sus otros libros.
Argemí dijo que después de escribir durante ocho años 'Penúltimo nombre de guerra', como 'un juego de espejismos' con superposiciones de distintas personalidades en cada uno de los personajes 'necesitaba escribir algo más humano' y que 'Patagonia Chu Chu' se le 'llenó de personajes queribles'.
El escritor bonaerense, considerado como uno de los más ácidos narradores de la realidad argentina en su obra de ficción, compite este año por el premio Hammet de literatura policiaca que fallará el jurado este fin de semana en la Semana Negra.
El autor de 'Los muertos siempre pierden los zapatos' anunció que tiene en carpeta una novela ambientada en la Argentina durante el mundial de Fútbol de 1978, con la dictadura como telón de fondo y como protagonista del terrorismo de Estado, pero visto desde una perspectiva inédita.
Argemí se centra en esta obra en el mundo del hampa, el de las bandas de ladrones que ven 'invadido su territorio' y reducido su mercado por los militares que se dedicaron a saquear las propiedades de las personas que eran secuestradas y luego desaparecidas.
También advirtió de que tiene una novela inédita 'que está esperando a alguna editorial que se anime a publicarla' con la música de rock and roll como eje argumental titulada 'Blues de los jardines quemados', y que espera terminar este año una trilogía protagonizada por un detective muerto como una 'parodia de la novela negra'.
También presentó hoy el escritor sevillano Juan Ramón Biedma su primera obra 'El manuscrito de Dios', premio Umbriel de Novela Negra publicada por Ediciones B, que fue calificada como 'salvaje y anticlerical', por el director del festival multicultural de Gijón, Paco Ignacio Taibo II.
Biedma admitió que esta obra 'es absolutamente salvaje', pero en ella quiso destacar 'la atmósfera oscura y cerrada de la ciudad actual' en un texto con saltos en el tiempo con personajes que 'son todos malos' y que están inspirados en 'la ambigüedad moral del cine norteamericano de los años 30'.
La novela aborda las conspiraciones de la iglesia católica desde el siglo XIX con una trama de intriga centrada en la búsqueda de cinco maletas que nadie sabe lo que contienen y consigue el récord de curas muertos por página.
El sudafricano James McClure presentó la edición española de 'El leopardo de la medianoche' que junto a 'Concierto para disparo y orquesta', de Mario Lacruz, conforman los dos primeros títulos de la serie Mares Negros de Editorial Funambulista.
Terra Actualidad - EFE
'Estoy más cerca de la muerte que del amor y entonces escribo novela negra', dijo Argemí durante la rueda de prensa que dio en la Semana Negra de Gijón, como anticipo de la presentación de su último libro 'Patagonia Chu Chu', elaborada con personajes 'mucho más queribles' que los de sus otros libros.
Argemí dijo que después de escribir durante ocho años 'Penúltimo nombre de guerra', como 'un juego de espejismos' con superposiciones de distintas personalidades en cada uno de los personajes 'necesitaba escribir algo más humano' y que 'Patagonia Chu Chu' se le 'llenó de personajes queribles'.
El escritor bonaerense, considerado como uno de los más ácidos narradores de la realidad argentina en su obra de ficción, compite este año por el premio Hammet de literatura policiaca que fallará el jurado este fin de semana en la Semana Negra.
El autor de 'Los muertos siempre pierden los zapatos' anunció que tiene en carpeta una novela ambientada en la Argentina durante el mundial de Fútbol de 1978, con la dictadura como telón de fondo y como protagonista del terrorismo de Estado, pero visto desde una perspectiva inédita.
Argemí se centra en esta obra en el mundo del hampa, el de las bandas de ladrones que ven 'invadido su territorio' y reducido su mercado por los militares que se dedicaron a saquear las propiedades de las personas que eran secuestradas y luego desaparecidas.
También advirtió de que tiene una novela inédita 'que está esperando a alguna editorial que se anime a publicarla' con la música de rock and roll como eje argumental titulada 'Blues de los jardines quemados', y que espera terminar este año una trilogía protagonizada por un detective muerto como una 'parodia de la novela negra'.
También presentó hoy el escritor sevillano Juan Ramón Biedma su primera obra 'El manuscrito de Dios', premio Umbriel de Novela Negra publicada por Ediciones B, que fue calificada como 'salvaje y anticlerical', por el director del festival multicultural de Gijón, Paco Ignacio Taibo II.
Biedma admitió que esta obra 'es absolutamente salvaje', pero en ella quiso destacar 'la atmósfera oscura y cerrada de la ciudad actual' en un texto con saltos en el tiempo con personajes que 'son todos malos' y que están inspirados en 'la ambigüedad moral del cine norteamericano de los años 30'.
La novela aborda las conspiraciones de la iglesia católica desde el siglo XIX con una trama de intriga centrada en la búsqueda de cinco maletas que nadie sabe lo que contienen y consigue el récord de curas muertos por página.
El sudafricano James McClure presentó la edición española de 'El leopardo de la medianoche' que junto a 'Concierto para disparo y orquesta', de Mario Lacruz, conforman los dos primeros títulos de la serie Mares Negros de Editorial Funambulista.
Terra Actualidad - EFE
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