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La Balacera

"La nostalgia de los átomos", de Linus Reichlin

"La nostalgia de los átomos", de Linus Reichlin

La nostalgia de los átomos

Linus Reichlin

Traducción: Brigitte Kiernan

Ediciones Paidós (Alea)


Por Ricardo Bosque

 

Quizás cincuenta años es una edad demasiado temprana para jubilarse, pero si trabajas como policía en una ciudad que no te dice nada y, además, la herencia recibida tiempo atrás te lo permite, tal vez sea una opción muy a tener en cuenta.

 

En esas está Hannes Jensen, policía en la desapacible y aburrida Brujas y enfrentado a su última semana de trabajo, cinco días que espera transcurran de un modo tan anodino como los quince años que lleva residiendo en Bélgica.

 

Sin embargo, cinco días dan para mucho. Por ejemplo, para que un turista norteamericano, Brian Ritter, irrumpa en su despacho y denuncie haber recibido amenazas de muerte. O para que, al día siguiente de la denuncia, el turista aparezca muerto por causas imposibles de determinar. O para que los dos hijos gemelos del turista en cuestión desaparezcan del hotel en que la familia se alojaba. O para que en el apartamento de Jensen se presente una hermosa mujer ciega que dice conocer algo del pasado de Ritter.

 

Incluso cinco días es tiempo suficiente para volar con la enigmática mujer hasta Arizona tratando de seguir el rastro de los niños desaparecidos y, de paso, una explicación que le libere de la insoportable sensación de que podía haber hecho algo para evitar la muerte de quien solicitó su ayuda.

 

Hasta aquí, ingredientes más que suficientes para que La nostalgia de los átomos pueda considerarse dentro de los generosos límites del género negro, criminal o policíaco, incluso para que la novela haya ganado el Deutscher Krimi Preis 2009 a la mejor novela policíaca del año. Pero hay más, mucho más.

 

Hay un hombre tremendamente racional y amante de la física cuántica que, sin embargo, no olvida que de niño rezó con todas sus fuerzas para que su madre alcohólica muriera y al día siguiente murió. Hay una mujer que trata de averiguar lo sucedido a su marido dos años atrás mientras trataba de determinar si una afamada curandera hacía milagros o era una embaucadora como todas las demás. Hay unos paisajes áridos que se extienden entre el sur de Estados Unidos y el norte de México, paisajes que dan cobijo a personajes de los que uno siempre querría mantenerse alejado. Hay un constante enfrentamiento entre el orden y el caos, entre lo racional y lo espiritual. Hay un encantador sentido del humor siempre presente.

 

Y hay un fantástico desenlace que por sí mismo justifica la lectura de esta original novela.

 

 

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