«Todos llevamos dentro un médico, un seleccionador y un detective»
Segunda entrega de las aventuras y pesquisas de Víctor Ros, un hombre tranquilo -pero capaz de dar un buen mamporro si es preciso y de apretar las tuercas cuando es necesario-, moderno, republicano, intuitivo observador y lógico. El caso de la viuda negra, segunda entrega de la mano de su creador, Jerónimo Tristante, otro implacable observador. Nuevas tramas cruzadas para este detective, un grissom extremeño, que nació con El misterio de la Casa Aranda y que ahora se enfrenta a un criminal temerario, audaz e inteligente. Y todo en esa España de finales del XX en la que se vive «como si Montesquieu no hubiera siquiera nacido».
- 25.000 ejemplares vendidos de su anterior novela, El misterio de la Casa Aranda. ¿Satisfecho, supongo?
- Sí. Más que el éxito me satisface la repercusión que ha tenido el personaje, que ha sido capaz de ganarse el corazón de los lectores.
- ¿Entretener, intrigar, cuál es la pretensión de Jerónimo Tristante?
- Como casi todos los docentes, yo estoy traumatizado por el bajísimo índice de lectura de la gente joven. Un día, en clase, pregunté a los alumnos cuántos libros habían leído. '¿Enteros!', fue la respuesta y eso es descorazonador. Hay que crear obras para que esos jóvenes se acerquen a la literatura y por eso mi primer objetivo es entretener; luego el misterio te permite mostrar una época y reflexionar sobre muchas de las cosas que nos ocurren en el presente.
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2 comentarios
Ricardo -
peke -
Tiene buena pinta.