Abasolo mete a un ertzaina en oscuras tramas neoyorquinas
El escritor bilbaíno publica 'Heridas permanentes' convencido de que «la novela es el género realista por excelencia»
ELENA SIERRA
Un ertzaina en Nueva York. Dos investigaciones muy distintas en las que Jon Aldekoa, que así se llama el protagonista, ejerce de detective y puede terminar convirtiéndose también en sospechoso. Asesinos en serie, Harlem y el Bronx, cruce de razas, hamburguesas... El escritor bilbaíno José Javier Abasolo ha metido en su maleta todas las piezas del género negro y ha abandonado su escenario habitual, la Villa, para contarnos en 'Heridas permanentes' (Tropismos) una trama de policías con muchos recovecos en la Gran Manzana.
«Me he divertido mucho», reconoce el autor. Para dar forma a su última novela, Abasolo ha rescatado de la memoria esas películas, series y libros con los que se ha criado y que suceden en Nueva York, con policías de todos los colores y razas tratando de poner orden. Quería hacer que interactuaran. «Lo más interesante es el contacto entre personajes. Son tan diferentes, quería jugar con eso», explica. Al «tópico del policía de origen irlandés», al «gafe detective italiano, que cuando cae un caso en sus manos parece que nunca se resuelve», y al jefe de origen mexicano se suma un traumatizado ertzaina en cursillo de perfeccionamiento.
«Me he divertido mucho», reconoce el autor. Para dar forma a su última novela, Abasolo ha rescatado de la memoria esas películas, series y libros con los que se ha criado y que suceden en Nueva York, con policías de todos los colores y razas tratando de poner orden. Quería hacer que interactuaran. «Lo más interesante es el contacto entre personajes. Son tan diferentes, quería jugar con eso», explica. Al «tópico del policía de origen irlandés», al «gafe detective italiano, que cuando cae un caso en sus manos parece que nunca se resuelve», y al jefe de origen mexicano se suma un traumatizado ertzaina en cursillo de perfeccionamiento.
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