La nueva entrega de la inspectora Petra Delicado, 'Nido vacío', en octubre
GUILLERMO BALBONA/SANTANDER
Teme y elude esa práctica tan manida como perniciosa de las etiquetas y los encasillamientos que se aplica a buena parte del mundo de la literatura. A través de pasos acertados y criterios creativos, de sensaciones y de simple comunicación con el lector, la escritora Alicia Giménez Bartlett (Almansa, 1951) ha desarrollado una trayectoria en dos dimensiones: la de un género popular, el negro o policíaco, ajustada a sus códigos pero con personalidad propia; y aquella que es fruto de sus incursiones en radiografías humanas más complejas y profundas, quizás menos exitosa pero con otro perfil y perspectiva más ambicioso.
Ayer la creadora de Petra Delicado, el personaje de una inspectora convertida ya en referente de los aficionados al género, habló en la veterana tribuna de los Martes Literarios de la UIMP de la génesis de sus novelas; mostró su convencimiento de que «las cosas que pasan en la vida son mucho más fuertes que las que discurren en los libros»; y aseguró que en estos momentos la vitalidad del género en que habita esa zona de su creación que le ha proporcionado popularidad es tan grande e intensa en Europa que están asentando «los cimientos de una novela común» atractiva y destinada a prolongarse en el tiempo de forma prolífica.
Artículo completo en El Diario Montañes
Foto: Bruno Moreno
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