«Los grandes premios literarios son especulaciones»
RAÚL ARGEMÍ ESCRITOR
El autor argentino Raúl Argemí afirma que «escribir es ejercer de creador», en la presentación de su última novela en Cervantes
ANA FERNÁNDEZ ABAD/OVIEDO
Fuma Fortuna de cajetilla blanda sin parar, y envuelve lo que le rodea en una nube. Tiene una mirada clara y directa a los ojos. Un tatuaje muestra dos peces azules en su antebrazo: podría ser marinero. Raúl Argemí (La Plata, 1946) vive en Barcelona desde hace tres años y no piensa en volver a Argentina, porque allí «hubo demasiado gente agujereando el bote cuando se hundía». Marinero, no: periodista, actor... Le gustan Sartre y Camus. Tiene claro que «lo único cierto es el presente». El suyo se resume en 'Penúltimo nombre de guerra', la novela negra que presentó ayer en Foro Abierto junto a Javier Lasheras.
-Su nueva obra comienza con una cita de Camus, «las heridas que la imaginación inflige a los que confían en ella». ¿Es tan mortífera?
-Esa cita es de 'La peste'. A veces lo racional te dice que aceptar una situación es menos angustioso que imaginarte que podría ser distinta. La imaginación generalmente juega como una especie de verdugo: un valiente muere una sola vez, y un 'imaginativo', mil. Y esta novela trabaja la imaginación.
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El autor argentino Raúl Argemí afirma que «escribir es ejercer de creador», en la presentación de su última novela en Cervantes
ANA FERNÁNDEZ ABAD/OVIEDO
Fuma Fortuna de cajetilla blanda sin parar, y envuelve lo que le rodea en una nube. Tiene una mirada clara y directa a los ojos. Un tatuaje muestra dos peces azules en su antebrazo: podría ser marinero. Raúl Argemí (La Plata, 1946) vive en Barcelona desde hace tres años y no piensa en volver a Argentina, porque allí «hubo demasiado gente agujereando el bote cuando se hundía». Marinero, no: periodista, actor... Le gustan Sartre y Camus. Tiene claro que «lo único cierto es el presente». El suyo se resume en 'Penúltimo nombre de guerra', la novela negra que presentó ayer en Foro Abierto junto a Javier Lasheras.
-Su nueva obra comienza con una cita de Camus, «las heridas que la imaginación inflige a los que confían en ella». ¿Es tan mortífera?
-Esa cita es de 'La peste'. A veces lo racional te dice que aceptar una situación es menos angustioso que imaginarte que podría ser distinta. La imaginación generalmente juega como una especie de verdugo: un valiente muere una sola vez, y un 'imaginativo', mil. Y esta novela trabaja la imaginación.
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