Canciller Schroeder hace prohibir novela policíaca
Mediante una medida cautelar provisoria, emitida hoy por un tribunal de Hamburgo, el canciller alemán, Gerhard Schroeder, hizo prohibir la circulación de una novela policíaca que lleva el título "Das Ende des Kanzlers - Der finale Rettungsschuss", (El fin del canciller - El tiro de salvación final).
Dispuso el tribunal que el libro no podrá ser distribuido ni vendido mientras en la carátula aparezca la imagen del canciller.
La novela, escrita bajo el seudónimo de Reinhard Liebermann, trata la vida de un propietario de una droguería, que va a la quiebra a causa de la política económica de Schroeder, según estima el comerciante, y para vengarse mata al canciller, disparando contra él durante un mítin político en la plaza de la estación de ferrocarril en Hannover.
Tanto en la carátula como en la página tres del libro, se ve una imagen borrosa del rostro del canciller, visto a través de la mira telescópica de un rifle. Mientras los abogados de Schroeder calificaron la foto de una violación de los derechos personales del canciller, un representante de la editorial Betzel de Nienburg, calificó la acción judicial de desmedida y dijo que con sólo una llamada telefónica se habría conseguido superar las diferencias.
La Tercera. Chile (14/04/2004)
Dispuso el tribunal que el libro no podrá ser distribuido ni vendido mientras en la carátula aparezca la imagen del canciller.
La novela, escrita bajo el seudónimo de Reinhard Liebermann, trata la vida de un propietario de una droguería, que va a la quiebra a causa de la política económica de Schroeder, según estima el comerciante, y para vengarse mata al canciller, disparando contra él durante un mítin político en la plaza de la estación de ferrocarril en Hannover.
Tanto en la carátula como en la página tres del libro, se ve una imagen borrosa del rostro del canciller, visto a través de la mira telescópica de un rifle. Mientras los abogados de Schroeder calificaron la foto de una violación de los derechos personales del canciller, un representante de la editorial Betzel de Nienburg, calificó la acción judicial de desmedida y dijo que con sólo una llamada telefónica se habría conseguido superar las diferencias.
La Tercera. Chile (14/04/2004)
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