Historias de asesinos
Publicado en Diario Vasco (04/02/04)
José Martí Gómez retrata la historia social de España en el libro 'Historias de asesinos'
El periodista cree que «los futuros asesinos matarán por la obra bien hecha»
El periodista José Martí Gómez, que acaba de publicar el libro Historias de asesinos, dijo ayer que los futuros asesinos matarán por la obra bien hecha.
En el prólogo del volumen, Martí Gómez recoge unas conversaciones con el criminólogo Colin Wilson, que dijo que «hace 300 años el crimen estaba en el primer nivel, la gente se moría de hambre y los asesinos cometían sus crímenes porque querían comer». Luego, la gente empezó a tener techo bajo el que cobijarse y el siglo XIX trajo el «crimen doméstico», en un siglo en el que los asesinos eran personas fuera de toda sospecha: médicos respetables o abogados que «mataban por alcanzar la seguridad».
Con Jack el Destripador emergió el tercer nivel: «el crimen sexual» y, hacia 1960, empezó a surgir el cuarto nivel: «el crimen por necesidad de autoestima, de ser conocido». El próximo nivel, concluye Martí Gómez, será el de «matar por el placer de la obra bien hecha».
Historias de asesinos (RBA Libros) pretende ser la historia social de España desde los años setenta hasta nuestros días y, como dijo ayer el fiscal Carlos Jiménez Villarejo en la presentación, «el resultado es un fresco de esa historia social, que ahonda en los aspectos más patológicos, situando a los asesinos en su contexto».
El acto de presentación del libro se convirtió también en una defensa firme de la figura del jurado, «necesaria para compensar decisiones judiciales como la de aquel juez que dijo que los asesinatos apasionados sólo se producen una vez en la vida».
José Martí Gómez retrata la historia social de España en el libro 'Historias de asesinos'
El periodista cree que «los futuros asesinos matarán por la obra bien hecha»
El periodista José Martí Gómez, que acaba de publicar el libro Historias de asesinos, dijo ayer que los futuros asesinos matarán por la obra bien hecha.
En el prólogo del volumen, Martí Gómez recoge unas conversaciones con el criminólogo Colin Wilson, que dijo que «hace 300 años el crimen estaba en el primer nivel, la gente se moría de hambre y los asesinos cometían sus crímenes porque querían comer». Luego, la gente empezó a tener techo bajo el que cobijarse y el siglo XIX trajo el «crimen doméstico», en un siglo en el que los asesinos eran personas fuera de toda sospecha: médicos respetables o abogados que «mataban por alcanzar la seguridad».
Con Jack el Destripador emergió el tercer nivel: «el crimen sexual» y, hacia 1960, empezó a surgir el cuarto nivel: «el crimen por necesidad de autoestima, de ser conocido». El próximo nivel, concluye Martí Gómez, será el de «matar por el placer de la obra bien hecha».
Historias de asesinos (RBA Libros) pretende ser la historia social de España desde los años setenta hasta nuestros días y, como dijo ayer el fiscal Carlos Jiménez Villarejo en la presentación, «el resultado es un fresco de esa historia social, que ahonda en los aspectos más patológicos, situando a los asesinos en su contexto».
El acto de presentación del libro se convirtió también en una defensa firme de la figura del jurado, «necesaria para compensar decisiones judiciales como la de aquel juez que dijo que los asesinatos apasionados sólo se producen una vez en la vida».
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