Carvalho se va

diariovasco.com (30-01-2004)

'Milenio' es la última novela de Pepe Carvalho. Esta vez no hay duda: la muerte de Vázquez Montalbán deja al detective huérfano, y a sus lectores también. Esta es la crónica de su lectura

MITXEL EZQUIAGA/DV. SAN SEBASTIÁN

Leer las historias de Carvalho es un placer, pero también una militancia: la pertenencia a una comunidad de lectores hetereogénea, descreída, epicúrea. Las novelas de Carvalho son el espejo de las tres últimas décadas de historia de este país. Hemos crecido, amado, bebido y envejecido al mismo tiempo que el detective barcelonés iba quemando libros, resolviendo historias, guisando platos, penetrando rubias. Ahora Carvalho se va a dar la vuelta al mundo y sabemos que no volverá, porque su creador, Manuel Vázquez Montalbán, falleció hace unos meses en un aeropuerto de Bankok como si fuera uno de sus propios personajes. Y por eso leer Milenio es mucho más que leer una novela: tiene algo de homenaje, de despedida, de nostalgia. Y por supuesto, el placer de lectura de siempre.

La historia es conocida pero habrá que contarla otra vez: Milenio estaba llamada a ser posiblemente la última novela protagonizada por Carvalho. Su creador, Vázquez Montalbán, así lo había comentado. Era un viaje del detective alrededor del mundo, acompañado del fiel Biscúter. La obra estaba ya escrita, y dispuesta para publicar en dos volúmenes, dada su extensión. El autor había corregido ya el texto, a falta de algún apunte final. Y entonces surgió lo inesperado: la muerte de Montalbán en el aeropuerto de la capital tailandesa, cuando regresaba de un mes de impartir cursos y conferencias por tierras australianas.

Sabor crepuscular

Supimos entonces con certeza que sí, sería la última novela de Carvalho. Acaba de salir el primer volumen de Milenio, Rumbo a Kabul, en Planeta, su editorial de siempre, y en marzo llegará a las librerías la segunda parte.

Hasta aquí los datos. Ahora viene la experiencia del lector, sobre todo del carvalhista habitual, que toma este libro con el ceremonial de los adioses pero la avidez de siempre. Devora sus páginas, acompaña al detective en ese periplo por el planeta y se contagia del tono crepuscular que subyace en sus casi quinientas páginas, como si el detective viviera un viaje no iniciático, sino de «adiós a todo esto». Quizás ese aire de fin de recorrido es el que más se transmite al lector, más allá aún de las peripecias que se suceden con rapidez en diferentes países, más allá de la trama que vertebra esa huida, más allá de la crónica de fin-de-mundo que se incrusta en el relato.

La historia empieza en Barcelona. La Policía busca a Carvalho por un caso mal cerrado y acusaciones de que puede estar detrás de una muerte no aclarada. Pero Carvalho no está en Barcelona. Ha embarcado ya rumbo a Génova, en un ferry, en su voluntad de dar la vuelta al mundo. Lleva su viejo Ford Fiesta, a Biscuter de copiloto y un maletero en el que no falta el salchichón de Vich.

Italia, Grecia, Israel, Turquía y, al fondo, Kabul, son las estaciones de este peculiar via crucis. Carvalho y su amigo son perseguidos, pero ellos disfrutan de una aventura en la que levantan acta de la descomposición de una forma de ver el mundo. El Montalbán experto en política internacional, en cultura contemporánea, en usos y costumbres de Oriente y Occidente, planea por un relato que se lee con la complicidad habitual.

Posiblemente Milenio no sea la mejor novela de Pepe Carvalho. A ratos toma el derrotero de una guía de viajes, y falta el microcosmos barcelonés tan añorado por sus fieles lectores. Esta vez no es Carvalho el que resuelve el caso, sino el que huye, aunque más de una pesquisa deberá resolver en el camino. Y Biscúter es el que cobra un inusual protagonismo: sabremos que al margen de su trabajo en la oficina del jefe se dedicó a la gastronomía, incluso con contactos con... ¿Ferrá Adriá! Y nos sorprendrá al mismo tiempo que al detective.

El oficio, la lucidez, la vasta y variada cultura y la ironía de Manuel Vázquez Montalbán planean en Milenio. Carvalho se va, y el escritor también. En marzo saldrá la segunda parte de la obra y desvelaremos incógnitas, o quizás no. La intriga sigue abierta.