El Año del Libro en Barcelona
El Ayuntamiento de BCN quiere que el Año del Libro llene la calle
M. EUGENIA IBÁÑEZ
BARCELONA
El Año del Libro calienta motores. El Ayuntamiento de Barcelona convocó ayer a libreros, editores y agentes literarios para explicarles las líneas maestras del programa previsto para el 2005, que conmemorará el 400 aniversario de la publicación del Quijote. El encuentro cumplió un segundo objetivo: un paseo por la ciudad con parada en tres bibliotecas para dejar constancia de sus actividades y de los vínculos de estos equipamientos municipales con el sector del libro.
Al margen del aniversario cervantino, el Año del Libro nace con la vocación de relevar a otros eventos --los años Gaudí, Verdaguer y del diseño-- que han contribuido a hacer de Barcelona un punto de atracción turístico y un referente cultural. Ferran Mascarell, concejal de Cultura, quiere que el libro ocupe la calle en el 2005, pero se explayó con vehemencia en el incremento de bibliotecas desde 1997, el aumento de usuarios y la relación de las actividades de estos centros. En síntesis, el Año del Libro no deja de ser un proyecto de futuro y las bibliotecas llenan en los barrios un vacío imperdonable.
DON QUIJOTE EN BARCELONA
El programa del 2005 tiene, de momento, pocas cosas seguras: un comisionado, el periodista Sergio Vila-Sanjuán, un par de exposiciones y una relación de ideas que aún deben concretarse. Las muestras ya en marcha son El Quijote en Barcelona, que se celebrará en el Museu d'Historia de la Ciutat con la escritora Carme Riera como comisionada, y El exilio cultural catalán, en el CCCB.
La primera tendrá como punto de partida el libro que Riera escribe para Destino y que, a partir de la edición de Martín de Riquer, describe la presencia de don Quijote en Barcelona, que concluye con el episodio de la derrota frente al Caballero de la Blanca Luna, en la hoy playa de la Barceloneta. La exposición sobre el exilio, cuyo comisionado es Julià Guillamon, seguirá en sus diversos destinos a los autores que abandonaron Catalunya tras la guerra civil.
El Año del Libro acogerá simposios como La novela negra y la identidad europea, en honor a Carvalho, una reflexión e torno a autores --Henning Mankel, Andrea Camilleri, P.D. James-- que han utilizado este género literario para explicar y criticar su entorno.
Otro coloquio previsto será el boom de la literatura suramericana 40 años después, con un recuerdo especial a los autores que en los años 60 vivieron y crearon en Barcelona: Vargas Llosa escribió aquí Conversaciones en la catedral y Pantaléon y las visitadoras y García Márquez, El otoño del patriarca.
El periplo cultural de ayer pasó por las bibliotecas Barceloneta-La Fraternitat y Fort Pienc, y concluyó en la Juan Marsé, un hermoso edificio del arquitecto Paco Calvet inaugurado el 11 de octubre: la primera y única biblioteca del Carmel...
El Periódico (21/01/04)
M. EUGENIA IBÁÑEZ
BARCELONA
El Año del Libro calienta motores. El Ayuntamiento de Barcelona convocó ayer a libreros, editores y agentes literarios para explicarles las líneas maestras del programa previsto para el 2005, que conmemorará el 400 aniversario de la publicación del Quijote. El encuentro cumplió un segundo objetivo: un paseo por la ciudad con parada en tres bibliotecas para dejar constancia de sus actividades y de los vínculos de estos equipamientos municipales con el sector del libro.
Al margen del aniversario cervantino, el Año del Libro nace con la vocación de relevar a otros eventos --los años Gaudí, Verdaguer y del diseño-- que han contribuido a hacer de Barcelona un punto de atracción turístico y un referente cultural. Ferran Mascarell, concejal de Cultura, quiere que el libro ocupe la calle en el 2005, pero se explayó con vehemencia en el incremento de bibliotecas desde 1997, el aumento de usuarios y la relación de las actividades de estos centros. En síntesis, el Año del Libro no deja de ser un proyecto de futuro y las bibliotecas llenan en los barrios un vacío imperdonable.
DON QUIJOTE EN BARCELONA
El programa del 2005 tiene, de momento, pocas cosas seguras: un comisionado, el periodista Sergio Vila-Sanjuán, un par de exposiciones y una relación de ideas que aún deben concretarse. Las muestras ya en marcha son El Quijote en Barcelona, que se celebrará en el Museu d'Historia de la Ciutat con la escritora Carme Riera como comisionada, y El exilio cultural catalán, en el CCCB.
La primera tendrá como punto de partida el libro que Riera escribe para Destino y que, a partir de la edición de Martín de Riquer, describe la presencia de don Quijote en Barcelona, que concluye con el episodio de la derrota frente al Caballero de la Blanca Luna, en la hoy playa de la Barceloneta. La exposición sobre el exilio, cuyo comisionado es Julià Guillamon, seguirá en sus diversos destinos a los autores que abandonaron Catalunya tras la guerra civil.
El Año del Libro acogerá simposios como La novela negra y la identidad europea, en honor a Carvalho, una reflexión e torno a autores --Henning Mankel, Andrea Camilleri, P.D. James-- que han utilizado este género literario para explicar y criticar su entorno.
Otro coloquio previsto será el boom de la literatura suramericana 40 años después, con un recuerdo especial a los autores que en los años 60 vivieron y crearon en Barcelona: Vargas Llosa escribió aquí Conversaciones en la catedral y Pantaléon y las visitadoras y García Márquez, El otoño del patriarca.
El periplo cultural de ayer pasó por las bibliotecas Barceloneta-La Fraternitat y Fort Pienc, y concluyó en la Juan Marsé, un hermoso edificio del arquitecto Paco Calvet inaugurado el 11 de octubre: la primera y única biblioteca del Carmel...
El Periódico (21/01/04)
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