Entrevista a Eduardo González
Reportaje
Eduardo González: "Aventura es ir más allá de lo permitido"
Uno de los nuevos autores de literatura juvenil apuesta a los chicos como "lectores críticos y apasionados"
Osvaldo Aguirre / La Capital
Eduardo González se confiesa fanático de la música, los gatos, las novelas policiales y las historietas. Nacido en Buenos Aires en 1957, aparece como uno de los emergentes de la nueva literatura juvenil, con dos novelas publicadas: "El fantasma de Gardel ataca el Abasto" y "El secreto de Leonardo da Vinci", de reciente aparición en Editorial Norma. La parte menos difundida de su obra -al menos aun no recopilada en libro- es la escritura de relatos policiales, que lo ha llevado a ser premiado por la Asociación de Escritores Policíacos de Bulgaria y que además se vuelca en "A Hierro Muere", la publicación que dirige y que define como "revista digital sobre el neopolicial hispanoamericano".
Las novelas de Eduardo González están protagonizadas por Pilo Montaliú, un curioso detective con una madre sobreprotectora, un amor imposible y una atracción irresistible por la aventura. De acuerdo a la tradición del género policial, tiene un acompañante, que es un comisario algo torpe pero simpático, en la línea de los cuentos de Rodolfo Walsh o Manuel Peyrou. La historia de "El secreto de Leonardo da Vinci" comienza cuando una banda roba La Gioconda y plantea un misterio de irradiaciones múltiples .
-¿Cómo surgió el personaje de Pilo Montaliú? ¿Está inspirado en algún motivo de la realidad, es el resultado de tus lecturas o surge de las dos cosas a la vez?
-Pilo surge como personaje de una serie de cuentos policiales para chicos en la editorial AZ 10 en al año 1998. En realidad hay elementos de ficción y reales. Intenté poner sobre la mesa alguna de mis contradicciones infantiles. La idea fue la de un personaje que disfrutara del deporte y la actividad física y, además, que le gustara leer. Situación que siempre se plantea como contradictoria. O sos un nerd al que le gusta la computación y los libros o sos un descerebrado al que sólo le interesa el deporte y las chicas.
-¿Hay alguna particularidad en el relato policial dirigido a jóvenes lectores?
-Es difícil escribir para chicos en general y más difícil intentar escribir policial. Los chicos hacen las cosas con mucha seriedad: juegan con seriedad, se enojan, se divierten, se enamoran con seriedad y los adultos muchas veces no los entendemos porque reprimimos nuestras vivencias infantiles. Escribir enigma para ellos es descentrarse del lucimiento narcisista de escritor y ponerse al servicio de un lector crítico y apasionado.
-¿Hay algún condicionamiento?
-A veces es la escuela o los adultos quienes condicionan. Pero por suerte eso está cambiando. Ahora se acepta mayor complejidad, violencia, finales no felices y otras licencias que diez años atrás eran impensables. Los mitos han sido desterrados por los propios chicos. Ellos pueden manejar tramas sumamente complejas (Pokemon) y disfrutan leyendo libros "largos" (Harry Potter).
-En "El secreto de Leonardo..." se asocian elementos de la tradición (Pilo y Pereyra como representantes de la pareja típica de investigadores) y elementos innovadores o modernos (internet, el mundo de los hackers). ¿La tradición es una fuente de inspiración?
-Sí, creo que los clásicos están siempre presentes y a la hora de escribir nos espían tras nuestras espaldas. Además, me gusta y les gusta a los chicos la idea de un detective acompañado por un escudero similar a Sancho Panza. Internet es una herramienta maravillosa que les permite a los chicos un acceso muy importante a la información y tal vez sea una de las puntas para empujar la influencia televisiva.
-A la vez hay una remisión a las novelas clásicas de aventuras. ¿Por qué te interesa poner en juego ese tipo de elementos?
-Como decía Juan Sasturain, la aventura está en el justo punto intermedio entre la desventura y la ventura. Salir de la comodidad es un desafío de la aventura y el pensamiento. La aventura es ir más allá de lo permitido, es volar con la imaginación, crear, pensar, ver el mundo desde diferentes perspectivas. También incluyo personajes de las novelas clásicas malintencionadamente, para que sea un estímulo para que los chicos se acerquen a los grandes escritores del género: Dumas. Salgari, Stevenson, Defoe.
-¿Qué respuestas has recibido de los chicos que leen tus libros?
-Una de las cosas que más me gusta, cuando hago talleres o voy a las escuelas o a la Feria del Libro es el entusiasmo y la pasión que ellos ponen en la lectura. En general me han dicho que se divirtieron y también he encontrado cuestionamientos sumamente inteligentes que me ayudan a ser mejor escritor y los tengo en cuenta para próximas novelas.
-Al escribir para ellos, ¿tenés en cuenta lecturas distintas a la de tu escritura habitual?
-Siempre están presente las lecturas; pero trato de no leer literatura infantil porque creo que eso puede producir un amaneramiento. Pero los grandes maestros siempre me enseñan.
Eduardo González: "Aventura es ir más allá de lo permitido"
Uno de los nuevos autores de literatura juvenil apuesta a los chicos como "lectores críticos y apasionados"
Osvaldo Aguirre / La Capital
Eduardo González se confiesa fanático de la música, los gatos, las novelas policiales y las historietas. Nacido en Buenos Aires en 1957, aparece como uno de los emergentes de la nueva literatura juvenil, con dos novelas publicadas: "El fantasma de Gardel ataca el Abasto" y "El secreto de Leonardo da Vinci", de reciente aparición en Editorial Norma. La parte menos difundida de su obra -al menos aun no recopilada en libro- es la escritura de relatos policiales, que lo ha llevado a ser premiado por la Asociación de Escritores Policíacos de Bulgaria y que además se vuelca en "A Hierro Muere", la publicación que dirige y que define como "revista digital sobre el neopolicial hispanoamericano".
Las novelas de Eduardo González están protagonizadas por Pilo Montaliú, un curioso detective con una madre sobreprotectora, un amor imposible y una atracción irresistible por la aventura. De acuerdo a la tradición del género policial, tiene un acompañante, que es un comisario algo torpe pero simpático, en la línea de los cuentos de Rodolfo Walsh o Manuel Peyrou. La historia de "El secreto de Leonardo da Vinci" comienza cuando una banda roba La Gioconda y plantea un misterio de irradiaciones múltiples .
-¿Cómo surgió el personaje de Pilo Montaliú? ¿Está inspirado en algún motivo de la realidad, es el resultado de tus lecturas o surge de las dos cosas a la vez?
-Pilo surge como personaje de una serie de cuentos policiales para chicos en la editorial AZ 10 en al año 1998. En realidad hay elementos de ficción y reales. Intenté poner sobre la mesa alguna de mis contradicciones infantiles. La idea fue la de un personaje que disfrutara del deporte y la actividad física y, además, que le gustara leer. Situación que siempre se plantea como contradictoria. O sos un nerd al que le gusta la computación y los libros o sos un descerebrado al que sólo le interesa el deporte y las chicas.
-¿Hay alguna particularidad en el relato policial dirigido a jóvenes lectores?
-Es difícil escribir para chicos en general y más difícil intentar escribir policial. Los chicos hacen las cosas con mucha seriedad: juegan con seriedad, se enojan, se divierten, se enamoran con seriedad y los adultos muchas veces no los entendemos porque reprimimos nuestras vivencias infantiles. Escribir enigma para ellos es descentrarse del lucimiento narcisista de escritor y ponerse al servicio de un lector crítico y apasionado.
-¿Hay algún condicionamiento?
-A veces es la escuela o los adultos quienes condicionan. Pero por suerte eso está cambiando. Ahora se acepta mayor complejidad, violencia, finales no felices y otras licencias que diez años atrás eran impensables. Los mitos han sido desterrados por los propios chicos. Ellos pueden manejar tramas sumamente complejas (Pokemon) y disfrutan leyendo libros "largos" (Harry Potter).
-En "El secreto de Leonardo..." se asocian elementos de la tradición (Pilo y Pereyra como representantes de la pareja típica de investigadores) y elementos innovadores o modernos (internet, el mundo de los hackers). ¿La tradición es una fuente de inspiración?
-Sí, creo que los clásicos están siempre presentes y a la hora de escribir nos espían tras nuestras espaldas. Además, me gusta y les gusta a los chicos la idea de un detective acompañado por un escudero similar a Sancho Panza. Internet es una herramienta maravillosa que les permite a los chicos un acceso muy importante a la información y tal vez sea una de las puntas para empujar la influencia televisiva.
-A la vez hay una remisión a las novelas clásicas de aventuras. ¿Por qué te interesa poner en juego ese tipo de elementos?
-Como decía Juan Sasturain, la aventura está en el justo punto intermedio entre la desventura y la ventura. Salir de la comodidad es un desafío de la aventura y el pensamiento. La aventura es ir más allá de lo permitido, es volar con la imaginación, crear, pensar, ver el mundo desde diferentes perspectivas. También incluyo personajes de las novelas clásicas malintencionadamente, para que sea un estímulo para que los chicos se acerquen a los grandes escritores del género: Dumas. Salgari, Stevenson, Defoe.
-¿Qué respuestas has recibido de los chicos que leen tus libros?
-Una de las cosas que más me gusta, cuando hago talleres o voy a las escuelas o a la Feria del Libro es el entusiasmo y la pasión que ellos ponen en la lectura. En general me han dicho que se divirtieron y también he encontrado cuestionamientos sumamente inteligentes que me ayudan a ser mejor escritor y los tengo en cuenta para próximas novelas.
-Al escribir para ellos, ¿tenés en cuenta lecturas distintas a la de tu escritura habitual?
-Siempre están presente las lecturas; pero trato de no leer literatura infantil porque creo que eso puede producir un amaneramiento. Pero los grandes maestros siempre me enseñan.
3 comentarios
DroniX -
Anónimo -
JUan -