Blogia
La Balacera

Alicia Giménez Bartlett: Madre superiora del crimen

Alicia Giménez Bartlett: Madre superiora del crimen

Momias medievales, reliquias restauradas y monjas de clausura se entremezclan en “El silencio de los claustros” (Destino), última aventura de la inspectora de policía Petra Delicado. Texto Jorge de Cominges Foto Mario Krmpotic’

APUESTA PERSONAL
Acababa de salir a la calle por vez primera esta revista cuando Carmen Balcells hizo llegar a la redacción las galeradas de una novela, Ritos de muerte, a la que calificaba de apuesta personal. Se trataba de una obra policíaca escrita por una autora -desconocida, lo confieso, para nosotros- que hasta ese momento jamás había abordado el género negro. En atención a la todopoderosa agente literaria decidí echar una ojeada a sus páginas. A las pocas líneas me quedé colgado de la narración. Una prosa contundente, unos diálogos cortantes y una subterránea mala leche conseguían mantener al lector aferrado a la trama.

UNA MUJER POCO DELICADA
Petra Delicado, la protagonista de la hoy popular serie, no hace honor a su apellido. Abogada de profesión antes de ingresar en la Academia de Policía, es rescatada del Departamento de Documentación de una comisaría en la que languidecía para incorporarse a la investigación de varios casos de violación. Se revela entonces como una inspectora expeditiva, no excesivamente ortodoxa en sus métodos -enfrentada en un interrogatorio a un endurecido delincuente, no se le ocurre otra cosa que dejarlo en pelotas (“Tenía un sexo hermoso, una bolsa escrotal plena y ubérrima como la vid”, se deleita su interrogadora cuando él se ve obligado a quitarse los calzoncillos) para anular su agresividad-, que utiliza un vocabulario que haría enrojecer a un carretero y dotada de una inteligencia deductiva realmente envidiable.

Sigue leyendo en Qué leer

 

1 comentario

Herminia -

No anima demasiado a leer la cita elegida: puede que ella sea poco "delicada" (poco "femenina" como decía mi profesor de la autoescuela refiriéndose a mi persona) pero el lenguaje parece sacado de la poesía de Delmira Agustini o alguna imitadora espura del modernismo fin de siècle.