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La Balacera

Caso abierto (todo el año)

Caso abierto (todo el año)

Luis Sanz, del hotel El Molino de Tresgrandas, rompe la estacionalidad turística con imaginativas actividades temáticas como el fin de semana detectivesco.

La aparición de un artículo en el «New York Times» recomendando el hotel El Molino de Tresgrandas convirtió a este establecimiento llanisco en una pequeña base de turistas norteamericanos. Eso fue hasta el 11-S, cuando el flujo se congeló. Pero este hotel, además del mercado que encontró en Estados Unidos, tiene la peculiaridad de haber conseguido atraer visitantes fuera de la temporada turística gracias a imaginativas actividades temáticas, como el fin de semana detectivesco. Ha conseguido «desestacionalizar», el gran objetivo estratégico del sector turístico.

Tresgrandas, E. LAGAR

«Yo soy de los que piensan que debajo de cada piedra siempre hay una idea», afirma Luis Sanz Hipólito, propietario junto a su esposa, Carmen García Fernández, del hotel rural El Molino de Tresgrandas, ubicado en el pueblo llanisco del mismo nombre. Juntos, levantando piedras y extrayendo las ideas que siempre se esconden debajo, han conseguido lo que todo el sector turístico asturiano lleva años fijándose como gran objetivo estratégico: romper con la concentración de la demanda turística en los meses de verano y durante la Semana Santa, «estirar» por el calendario la estacionalidad a la que tienden las oleadas turísticas. Los empresarios que se dedican a dar comida, bebida, cama o diversión al visitante del Paraíso Natural repiten como un mantra el palabro «desestacionalización». Luis Hipólito y Carmen García no necesitan entonarlo: tienen gente todo el año. ¿Cómo? Con ideas. Sí, pero ¿cómo?

Continúa en La Nueva España  

 

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