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La Balacera

PREMIO DE NOVELA PLAZA MAYOR 2005

OBTIENE LORENZO LUNAR CARDEDO EL PREMIO DE NOVELA PLAZA MAYOR 2005.

Se alza el cubano Antonio Álvarez Gil con la Primera Mención.

Un abrazo entre las dos orillas de la Literatura Cubana: la que se escribe en la isla bajo el ámbito de “la maldita circunstancia del agua por todas partes”, al decir de Piñera, y la que nace en esos múltiples sitios adonde muchos cubanos han ido a crear sus mundos literarios, se produjo en el mismo momento en que se abrieron las plicas de las dos obras ganadoras de los Premios de Novela Plaza Mayor 2005, convocado por la editorial que da nombre a este concurso.

Más allá de la decisión, se sumaba un nuevo peldaño en el ascenso de las aspiraciones del proyecto editorial Colección Cultura Cubana: seguir dando pruebas de que los marcos de la literatura no conocen fronteras, coerciones de ninguna índole, ni frenos por intereses siempre transitorios; seguir demostrando que la calidad es igual de alta lo mismo en La Habana, en Santa Clara, en Las Tunas que en Estocolmo, Sydney o Miami.

Cuando en la Feria del Libro Guadalajara 2002 se concibió la idea de este premio, todos los escritores cubanos que allí asistieron invitados por la editorial Plaza Mayor, coincidieron en su carácter único: se trataba de un premio convocado para cubanos, desafiando los extremismos y las divisiones y exclusiones por conceptos extraliterarios que plagan muchos escenarios de las letras cubanas en Cuba y el exterior; se trataba de un premio que se otorgaría a la calidad literaria, sin que importara el lugar donde viviera ese escritor cubano, la ideología que profesara ese escritor cubano, ni ningún otro de sus credos. Importaba su maestría de escritor volcada en la novela que presentaría a concurso.

En la primera convocatoria un consagrado escritor residente en la isla se alzó con el premio: Gregorio Ortega, recientemente fallecido, autor de una amplísima y muy respetada obra narrativa. Otro residente en la isla, el joven narrador Miguel Terry Valdespino, obtuvo la Primera Mención. Ambas obras, así lo hizo saber el jurado en aquella ocasión, estaban a la altura de lo mejor que se escribe en Cuba hoy.

Muchas lecturas y varias reuniones luego, se llegó al veredicto final, y tal cómo lo establecen las bases, se procedió a conocer la identidad de los cinco finalistas mediante la apertura de las plicas de identificación, que fueron, en orden de inscripción:

FINALISTAS

OBRA 11. Las mil y una poses.

Seudónimo: El caballo de Atila

Autor: Osmany Oduardo Guerra (La Habana, Cuba)



OBRA 38. El círculo de los infieles.

Seudónimo: Oseas

Autor Alberto Garrido (Las Tunas, Cuba)



OBRA 42. Retorno a Bayanabo.

Seudónimo: Juan Laguna

Autor: Antonio Álvarez Gil (Estocolmo, Suecia)



OBRA 48. Salidas de emergencia.

Seudónimo: Al combate, corred, bayameses

Autor: Alexis Romay (NJ, Estados Unidos)



OBRA 77. Sombras.

Seudónimo: Bebé

Autor Lorenzo Lunar Cardedo (Santa Clara, Cuba)


Nuevamente se asistía a una realidad indudable: entre los finalistas, al menos cuatro autores pertenecen a ese amplio listado de nombres imprescindibles en la actual narrativa cubana, y el menos conocido ya tiene una destacada labor en la crítica y el periodismo literarios en importantes revistas culturales del exterior.

Por esa razón, el veredicto había sido tan difícil: la calidad estaba garantizada, y cualquiera de las cinco obras se hallan a la altura de lo mejor que hoy se escribe en nuestras letras cubanas.

LOS PREMIOS

Concedidos POR UNANIMIDAD, los premios en esta segunda convocatoria corresponden a:



PREMIO DE NOVELA

Obra: Sombras

Autor: Lorenzo Lunar Cardedo (Cuba)



PRIMERA MENCIÓN

Obra: Retorno a Bayanabo

Autor: Antonio Álvarez Gil (Suecia)

Lorenzo Lunar Cardedo (Santa Clara, 1958). Narrador y crítico. Ha publicado los libros El último aliento (cuento, 1995), Échame a mí la culpa (novela, 1999), Cuesta abajo (novela, 2002), El que a hierro mata (ensayo, 2002), Que en vez de infierno encuentres gloria (novela, España, 2003). Próximamente saldrá publicada su novela …de dos pingüe, por la editorial Capiro de Santa Clara. En 1996 obtuvo el Premio Nacional de Novela Policial “Aniversario de la Revolución”. Ha sido ganador dos veces del Premio Internacional de Relatos Policiales Semana Negra, de Gijón (1999 y 2001) y de la Bienal de Narrativa de Santa Clara (1994, 1996).

Su novela Que en vez de infierno encuentres gloria ganó los premios Brigada 21 y Novelpol, a la mejor novela negra publicada en España durante el 2003, y obtuvo la única mención del jurado en el Premio Internacional de Dashiell Hammet, que se otorga a la mejor novela negra publicada cada año en todo el mundo de la lengua española.

NOVELA: SOMBRAS

A partir de la inocente visita de una italiana (Bianka Roxana) a la ciudad de Santa Clara, va a desatarse una ola de delitos que contaminaran a todos los que, aún cuando fuera de casualidad, estuvieron cerca de la turista, que desaparece. Esta visita, que transcurre en uno de los clubes nocturnos alternativos más reconocidos en Cuba (El Mejunje) da pie a que comiencen a develarse algunos vicios como el de la droga, la prostitución, la promiscuidad sexual, el alcoholismo, bajo el enfrentamiento de dos ejes de una tesis: la doble moral de una sociedad de máscaras.

Mientras la policía busca las pistas para encontrar a la desaparecida italianita (que por una ¿rarísima? coincidencia tiene los mismos vicios que sus nuevos amigos cubanos) se asiste al estallido (precisamente por esa desaparición) de un grupo de traumas sociales, familiares, éticos, que van a conformar esa atmósfera negra que se respirará hasta la última línea de la novela: relaciones incestuosas, la doble moral y el uso de ciertas máscaras, los vicios de algunas zonas marginales de la juventud, la corrupción policial, el ámbito de la cárcel y sus traumas, el nuevo universo de clases sociales y de podredumbres que ha traído a la isla la conversión de Cuba en un paraíso turístico, entre otros males. Todo es negro en la novela de Lorenzo. Todo, como sombras, mancha de oscuridad. Todo es triste. Un cementerio de ilusiones, de pasiones, de sueños desanda en estas páginas.

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