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La Balacera

Leer bajo un árbol

JUAN BAS/

UNA de estas noches de agosto en la ciudad, me pidió un viejo conocido, ex marino, dipsómano y autodidacta, que le contestara con sinceridad si me parecía que merecía la pena que se talaran árboles para que pudieran ser publicados los libros que escribo. No lo hice, pero el nexo entre literatura y árbol me hizo recordar lo placentero que me ha resultado siempre en vacaciones veraniegas de las de estar tirado, no de las de ver cosas, leer un buen libro que te atrapa, debajo de un árbol. Me acuerdo de un limonero en un diminuto jardín de una casa rural en Niembro, Asturias, bajo el que colocaba una silla de playa, un estupendo pino en Menorca -y una no menos estupenda tumbona-, una higuera en la casa de campo de un amigo y una gran palmera al otro lado del charco de la que caía un coco de vez en cuando; hay que vivir peligrosamente.

Leer bajo un árbol, levantar la vista de la página y ver la luz del sol tamizada por las hojas de verdad A veces, los placeres sencillos son los mejores; o al menos consuelan si no te puedes permitir los complicados.

Permítanme que les recomiende unos cuantos libros que he leído hace poco, cuya lectura creo que les atrapará y la continuarán aunque sus vacaciones concluyan. Por ejemplo, un poco de novela negra. Les recomiendo muy especialmente la última novela de un sólido autor de este género, José Javier Abasolo. La novela se titula 'Hollywood - Bilbao' (Hiria), una trama bien hilada y trepidante sobre el rodaje, con problemas, de una producción americana por estos pagos. Si les gusta, reincidan con este autor con 'Nadie es inocente' (Alba), que tiene uno de los mejores comienzos de novela negra que he leído nunca: una mujer acude a confesarse y le dice al cura que va a matar a un hombre y que él, el cura, va a ayudarle a hacerlo, no podrá evitarlo

Un buen thriller, la última de José Carlos Somoza, 'La caja de marfil' (Areté). Y si no conocen de este autor 'La caverna de las ideas' (Alfaguara), corran a por ella, no se arrepentirán. Algo de género bélico: 'Capitán Conan' (Inédita Editores) de Roger Vercel, la novela en que se inspiró para su película homónima Bertrand Tavernier; excelente. Una de romanos, 'Espartaco¿' (Edhasa) de Howard Fast; mucho más que una de romanos.

'Escuadrón guillotina' (Norma) de Guillermo Arriaga -el guionista de 'Amores perros'-, inclasificable y estupenda: un 'comerciante' vende a Pancho Villa una guillotina como medio de ejecución de prisioneros y se ve obligado a hacer un especial servicio post venta Y 'El lector' (Anagrama) de Bernhard Schlink, perturbadora obra maestra.

Si no encuentran alguno de estos libros, pidánselo a su librero y se lo traerá. Se publica tanto que no todo cabe en las librerías y lo que no es un éxito inmediato vuelve a la editorial demasiado pronto. Hay que dejar todo el sitio para cosas como 'El código Da Vinci'.

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