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La Balacera

El muerto indiscreto

El muerto indiscreto Un espejo sobre la Argentina de Menem

PEDRO G. CUARTANGO

Marx ensalzaba las novelas del reaccionario Balzac porque nadie como el escritor había sido capaz de describir la Francia de la Restauración borbónica. El periodista argentino Rubén Correa traza en 'El muerto indiscreto' (ALGAIDA) una profunda y convincente descripción de la corrupción en el régimen de Carlos Menem, apenas disfrazado bajo la identidad del presidente Saud Jalil, un político populista de origen libanés. 'El muerto indiscreto' es una novela negra con trasfondo político. Pero también es una historia de amor y un juego literario, cuyos protagonistas intentan sobrevivir en un sistema que todo lo corrompe.

Todo comienza cuando Emilio Dargas, un periodista fracasado y con problemas personales, se topa casualmente en un restaurante de Buenos Aires con Luis Kunny, uno de los hombres de confianza del presidente Jalil. Kunny ha sido dado por muerto hace dos años, por lo que nadie cree a Dargas cuando afirma que está vivo.

Riesgo y secretos

Para saber si Kunny está vivo o ha sido víctima de una alucinación, Dargas se embarca en una larga y arriesgada investigación que saca a la luz la corrupción del régimen de Jalil y del propio Kunny, que no duda en estafar a su protector para hacerse rico. El periodista se juega la vida para encontrar la verdad, que finalmente queda velada porque el poder no tiene ningún interés en esclarecer el paradero de ese 'muerto indiscreto' que conoce los secretos más ocultos.

Dargas no es un idealista. Actúa con la secreta esperanza de hacerse rico y famoso para salir de la frustración en que vive. Pero, sobre todas las cosas, el periodista quiere conocer la verdad. Choca con una sociedad profundamente corrupta y sin valores, donde lo único que cuenta es el dinero y el sexo.

Una apuesta segura

Es probable que Rubén Correa, el autor de esta novela galardonada con el Premio de Novela Ateneo-Ciudad de Valladolid, sienta una cierta identificación con Dargas, ya que, como él, fue periodista de investigación, un oficio que dejó para hacerse productor de televisión, novelista y trotamundos que ahora reside en Miami.

Rubén Correa, de 47 años, nacido en Buenos Aires, se perfila en esta magnífica novela como uno de los valores más sólidos de la narrativa argentina y latinoamericana. Su talento queda patente al hilar esta compleja trama, verdadero puzzle narrativo, que empuja al lector a llegar hasta el final para saber si Kunny está vivo o muerto.

Correa deja sin respuesta el enigma porque en el fondo da la mismo. Cada lector queda libre para imaginar el paradero de Kunny, convertido en víctima de un sistema en el que los verdugos acaban por ser víctimas.

Publicado por elmundolibro.com (04/02/04)

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